Se pican muy menudo las carnes, el jamón y el tocino, se le agregan un diente de ajo y una rama de perejil, ambos bien trinchados, y una pizca de pimienta.
Se amasa todo ello hasta hacer una pasta, se le incorporan dos huevos batidos y pan rallado y se hacen las albondiguillas, que se reservan.
Separadamente se prepara un buen caldo con el hueso de jamón, o bien, se puede aprovechar, si se tuviera, caldo de carne o de cocido.
Por otro lado, se hace una mahonesa con el huevo restante y el aceite; luego, con mucho cuidado para que no se corte, en un recipiente hondo se van mezclando, cucharada a cucharada, la mahonesa y el caldo, para obtener una salsa clara y muy ligada.
En una cacerola pequeña se ponen a cocer las albondiguillas en la citada salsa, durante un cuarto de hora, a fuego muy suave; luego se sirven.