Procurar no añadir más harina de la imprescindible.
Unir las dos masas, formar una bola, enharinarla y dejarla reposar dentro de un bol enharinado y tapado con un paño, durante dos o tres horas, hasta que doble su tamaño.
Romper la masa dándole una vuelta y dejarla subir de nuevo.
Formar una rosca, colocarla en placa de horno enharinada y dejarla subir otra vez. La segunda y la tercera vez tarda una media hora en subir.
Pintar de huevo batido y espolvorear de azúcar humedicida con agua, colocar las frutas escarchadas y meter la sorpresa por debajo.
Cocer a horno fuerte durante una media hora (N° 7 del termostato, 200 °C).